lunes, 23 de enero de 2012

CUENTO: "EL INVIERNO DE RAMÓN"

Aquí os muestro otro cuento relacionado con la estación del invierno.
"EL INVIERNO DE RAMÓN"
Después de pasar la Navidades en el belén de su amigo Juan, Ramón ya está de nuevo en el bosque. Al despertarse, Ramón ve una gota de agua que cuelga de una hojanroja y decide utilizarla como espejo para ver lo limpio que está su caparazón. Mientras se está mirando, un pájaro se posa sobre la rama y la gota cae al suelo. El espejo de Ramón desaparece entre las piedras:
-¡Oye!¡Ves con más cuidado!- se queja Ramón.
-Perdona, no me he dado cuenta de que estabas ahí. Tengo mucha prisa y voy un poco atolondrado.
-¿Por qué tienes tanta prisa? - pregunta Ramón.
-No te has dado cuenta de que está a punto de nevar? Debo marcharme, porque si nieva, se me congelarán las alas y no podré volar. ¡Adiós, Ramón!

La hoja roja cae al suelo y Ramón se sube encima. Pero oye una voz que dice:
-¡Oye caracol! No tapes la entrada de mi casa. Hoy tengo mucho trabajo.
Ramón mira a un lado y al otro y ve una hormiga que lleva todas sus cosas metidas en un pañuelo, y cargadas sobre sus espaldas, como si fuera un hatillo.
-¿Por qué tienes tanto trabajo? ¿Qué tienes que hacer?-le dice.
-Hace mucho frío y debo transportar todo lo que necesito para resguardarme del frío y la nieve: comida, leña, ropa...
-¡Caramba hormiga! ¡Qué barbaridad! ¡Cuántas cosas necesitas!
El caracol, poco a poco, se aparta y deja pasar a la hormiga. Entonces oye que alguien se está quejando:
-Ésta está agujereada, ésta está seca...-dice un ciempiés, mientras se dirige hacia la zapatería cerca de allí.
-¿Qué te ocurre ciempiés?- pregunta Ramón.
-Necesito botas nuevas porque hace mucho frío. ¡He de comprar tantas que me voy a arruinar!- contesta el ciempiés, mientras se dirige hacia la zapatería de los gusanos.
El caracol se de tantas prisas. Todo el mundo necesita mil cosa para protegerse del frío. Él, en cambio tiene suficiente con su caparazón. Mira al cielo y ve una nube, una gran nube que va haciéndose cada vez más gris.
"Bueno", piensa "ha llegado la hora de abrigarse".
No tarda mucho en caer el primer colpo de nieve. Entonces, Ramón s eenrosca dentro de su caparazón, construye poco a poco una puerta de plata y se pone a dormir tranquilamente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario